Científicos, investigadores, sabios y locos. Cada 15 días aprenderemos algo sobre la vida de los hombres y mujeres que descubrieron todo lo que sabemos hoy sobre las enfermedades y cómo funciona el cuerpo humano. Son ¡Supermédicos!. El autor es médico especialista, y tiene una columna sobre salud. Los dibujos son de Matías Elgueta.
Illia Illich Mechnikov: "¡Fagocitosis!"
Santi Viteri
| 26 junio 2010
Su nombre en alfabeto cirílico se escribía Илья Ильич Мечников y nació en Jarkov, la segunda ciudad más importante de Ucrania el 16 de mayo de 1845. Su padre era un general de la guardia imperial rusa y tenía una granja en las afueras de la ciudad.
Illia fue siempre un niño muy despistado. A veces se ponía la camisa al revés o se dejaba los libros del cole olvidados en la panadería, porque siempre iba pensando en sus cosas. Le encantaban todas las ciencias naturales, botánica, geología, zoología… Cuando sólo tenía 12 años ya les daba conferencias a los niños más pequeños de su barrio, explicándoles cosas sobre la naturaleza. Era un estudioso apasionado, así que cuando fue a la universidad de Jarkov a estudiar ciencias, pudo terminar la carrera en sólo 2 años ¡Y eso que eran 4 cursos!
Illia no estudió medicina, sino que se dedicó a estudiar en profundidad los misterios del mundo animal, especialmente de los animales marinos. Sólo tenía 25 años cuando le hicieron profesor de Zoología en la universidad de Odessa.
Entonces ocurrió algo que cambió la vida de Illia para siempre. Se enamoró locamente de una joven llamada Ludmilla Feodorovitch que estaba enferma de tuberculosis (ya hemos hablado de esta enfermedad ¿recuerdas?) La enfermedad de Ludimilla era grave, y cuando se casaron tuvo que ir a la iglesia en silla de ruedas, de tan débil que estaba. Durante 5 años Illia hizo todo lo que pudo para curar a Ludmilla, pero al final, no consiguió salvarla. La muerte de su mujer dejó a nuestro supermédico tan triste y deprimido que se abandonó completamente y ya no le importaba nada. Fueron unos años muy duros para Illia.
Pero la tristeza no pudo con nuestro despistado científico y por fin recuperó la ilusión. Empezó un nuevo trabajo en un laboratorio de Messina (Italia) y allí hizo su descubrimiento más importante. Un día, estudiando una estrella de mar en el microscopio descubrió que existían unas células que podían literalmente comerse a las bacterias. Pronto se dio cuenta de que esas células formaban un ejercito defensivo contra las enfermedades y no tardó en imaginarse que quizá los seres humanos también teníamos esas defensas.
Illia llamó a esas células defensivas “phagocitos” (porque en griego “phagos” significa “comer”) y su teoría de la fagocitosis dio la vuelta al mundo entero. Un día le invitaron a hablar de sus trabajos en el Instituto Pasteur de París, y le recibieron tan bien, que decidió quedarse a trabajar allí para siempre.
Además de sus trabajos sobre la fagocitosis, Illia Mechnikov descubrió que en algunos alimentos como el yogur había bacterias que eran buenas para el organismo y siempre le recomendaba a todo el mundo que lo comiera. ¡El mismo se comía dos o tres cuencos de yogur todos los días!
En 1908 le dieron el premio Nobel de medicina por sus investigaciones. Ese año también premiaron a otro supermédico del que hablaremos en 15 días. Cuentan que cuando Illia Mechnikov fue a recoger el premio llevaba el pelo largo y despeinado, la barba larga y canosa y vestía un abrigo de invierno con los bolsillos llenos de artículos científicos. También cuentan que, sin darse cuenta se sentó sobre su propio sombrero, algo que le pasaba muy a menudo de tan despistado que era.
Si quieres saber más busca algo sobre:
Ucrania
Jarkov
Odessa
Fagocitosis
Yogur
Comentarios
¡Sé el primero en opinar!