Científicos, investigadores, sabios y locos. Cada 15 días aprenderemos algo sobre la vida de los hombres y mujeres que descubrieron todo lo que sabemos hoy sobre las enfermedades y cómo funciona el cuerpo humano. Son ¡Supermédicos!. El autor es médico especialista, y tiene una columna sobre salud. Los dibujos son de Matías Elgueta.
Catalina nació el 29 de agosto de 1976 en Vigo, España. A ella le gustaba mucho su nombre, porque había oído en una canción que la luna también se llamaba así. Tenía una hermana mayor y un hermanito pequeño. Su padre se marchó de casa cuando ella era todavía una niña y su madre tenía que trabajar muchas horas para poder mantener a la familia. Caty era alegre y fantasiosa, pero también muy responsable en el colegio así que sacaba unas notas excelentes. Gracias a eso consiguió una beca para poder estudiar medicina en la Universidad de Santiago de Compostela. Allí las clases no le gustaron mucho, porque le parecía que muchos de sus profesores y compañeros eran unos sabihondos, estirados y aburridos, así que estudiaba las asignaturas por su cuenta y cuando podía se colaba en las clases de Historia, de Filosofía o de Arte. El dinero de la beca no daba para casi nada, así que esa época pasó muchas apreturas económicas, pero Caty era muy feliz, porque estaba realizando su sueño de convertirse en médico para ayudar a los demás.
Pronto se decidió por especializarse en Oncología, que es la rama que se dedica al tratamiento del cáncer. El cáncer es una enfermedad muy grave en la que nuestras propias células se estropean y se vuelven “malas” haciendo daño al resto del cuerpo. Curar esta enfermedad es muy difícil y hay que utilizar medicamentos muy fuertes (quimioterapia) que pueden tener muchos efectos secundarios negativos. Algunas veces, cuando no es posible curar, los médicos oncólogos dedican todos sus esfuerzos a calmar los síntomas, para que los pacientes no sufran. Caty era especialmente buena en esta parte, porque era muy sensible y cariñosa con todos los enfermos. En el Hospital de Gerona, sus compañeros pensaban que estaba un poco loca porque no le gustaba llevar la bata blanca y muchas veces iba descalza.
Al terminar la especialidad Caty no quiso empezar a buscar trabajo enseguida y decidió viajar a la India durante un año. Quería conocer el mundo, ver otras culturas, ganar experiencias. ¡Era toda una aventurera! Allí quedó impresionada por la enorme desigualdad entre los ricos y los pobres y especialmente por la situación de las mujeres. En muchas regiones del país las mujeres carecían de derechos y sufrían muchas injusticias. Un día vio como un conductor de autobús quería pegar a una mujer pobre que llevaba a un bebé en brazos con un palo y Caty ¡por supuesto! se lanzó a defenderla. Montó tal jaleo que al final vino la policía y … adivinad qué: encima metieron a Caty en la cárcel. Al día siguiente la liberaron porque era extranjera pero a Caty esa experiencia le marcó mucho y desde entonces siempre luchó activamente por los derechos de todas las mujeres.
En 2008 Caty encontró trabajo en el Hospital de Menorca, una isla preciosa de la que pronto se enamoró. Allí con el buen tiempo, el mar mediterráneo y sus pacientes se sentía muy feliz. Pronto toda la gente de la isla empezó a hablar de ella. Era tan alegre y cariñosa que todos la querían. Se esforzaba mucho con todos sus pacientes y sobre todo procuraba no emplear tratamientos demasiado agresivos.
Un día terrible, 2 de septiembre de 2012, Caty tuvo un accidente y murió al ser atropellada por un coche a la edad de 36 años. Nunca recibió un premio Nobel, ni realizo importantes descubrimientos médicos que la hicieran famosa, pero dedicó su vida de todo corazón a cuidar a las personas que más sufrían y por eso he decidido dedicarle con toda mi admiración y cariño esta última entrega de ¡Supermédicos!
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Estamos orgullosos de tí. Te queremos.
Hermanita, nunca te olvidaré, siempre en mi corazón princesa
Siempre en nuestro corazón
…Pues los nobel están perdiendo una oportunidad de oro de recobrar un poco de prestigio, si no asignan un Nobel a alguien como la doctora Catalina. (o más de uno, por qué no…)
Gracias a personas como ella, el mundo avanza.
Gracias a premios nobel tan dudosos como los “de la paz”, asignados a Obama (el tantito) o a la UE (otros que tal bailan), hay más personas que sufren, cada día!, y el prestigio mundial de estos premios, está dejando qué desear, en mi modesta opinion,
Kati era de esas personas que dejan huella, otro punto de vista, siempre un buen consejo, un beso y una sonrisa. No te olvidamos flor.. Besos de colores
Caty siempre te recordaremos, eras el Angel de nuestro padre al que cuidabas con tanto cariño y al que acompañaste en su final. .. formaràs parte de nuestros corazones siempre. Un abrazo muy grande desde Menorca para toda la familia
Siempre te agradeceré lo que aprendí contigo de
Oncología y de lo que de verdad importa en la vida.
Para mi siempre serás un ejemplo y estoy orgulloso de haber
sido tu amigo . Siempre se van las buenas personas
Fuistes una grande, la mejor mujer y como persona la mejor que hemos conocido,la más humana, la mejor especialista a pesar de tu juventud,la más grande ,dejaste un gran vacio en nuestros corazones,que pena que te arrancaron la vida tan pronto!!Te recordaremos siempre,pues como dice la cancion , algo se muere en el alma cuando una persona como tu se va, en Menorca siempre te recordaremos allá donde estes.
Una profesional 100% buenisimma. Por desgracia la tuve que conocer cuando a mi padre le diagnosticaron cancer, él fue uno de esos pacientes de la isla que le robó el corazón a Caty. Ella le trató durante la enfermedad, que por desgracia le venció la batalla a mi padre, así que allí donde quieran que esten, se habran reencontrado. Un beso papa i Caty
inolvidable y lo demas todo bueno…. siempre en mi corazon
Los que tuvimos el privilegio de trabajar contigo y mas aun el de poder
contar con tu amistad te recordaremos siempre . Gracias por tu ejemplo
Maravillosa mujer. Estupenda persona y gran medico. Un ejemplo para nuestra comunidad medica, que a veces se pierde en la ciencia y olvida que es un ser humano al que se atiende.
Papallona hermosa
Me acuerdo mucho de ti Caty. A parte de ser una gran persona y médico también era una gran compañera. Siempre que puedo te pongo como ejemplo. Besos allá donde estés
Hoy despues de no verla durante años he sabido de su fallecimiento. Yo compatia piso con ella cuando vivia en Girona. Tengo un gran recuerdo de ella. Me enseño ha afrontar la vida con valentia. De ella aprendi mucho. Mi mas sentido pesame.
Te echo de menos princesa… mucho…
No tengo palabras para describir el dolor que siento después de encontrar este artículo, ella era ese ser que nunca quisieras perder, una joya para sus amigos, un tesoro para su familia y por lo que leo un gran pilar de la medicina y sus pacientes que se ha caido de manera muy injusta.
Nunca dejé de acordarme de ti, jamás te olvidaré preciosa.
Tere, Fany, Teles…, os acompaño en el sentimiento, Caty era una persona muy especial y me imagino lo duro que debe de haber sido.
Siempre en mi corazón….