Cinco

Hemos visto que la mayoría de las pistas de slot que se comercializan son de plástico, pudiendo ser más o menos rígido y con mayor o menor grip o agarre. Pero los norteamericanos en los años 60 lo hicieron todo a lo grande y el boom del slot en Estados Unidos dio lugar a una proliferación inaudita de centros comerciales o grandes locales de ocio dedicados exclusivamente al slot.

Para poder atender la fiebre de las carreras o competiciones desarrollaron unas pistas gigantes y utilizaron la madera para contruir esos circuitos de longitud tremenda y los diseñaron con curvas peraltadas para conseguir velocidades extremas. Surgieron numerosas empresas que se dedicaban a construir y montar estas grandes pistas por todo el país.



El grip de la madera es distinto al del plástico y en aquellas pistas se tenían que utilizar neumáticos muy blandos, de goma espuma densa, e incluso había y hay que aplicar líquidos aditivos a esas ruedas antes de cada carrera para conseguir el máximo agarre del coche, y por tanto, la máxima velocidad.





Estos grandes centros del slot ya casi no existen, aunque se extendieron en los años 60 y principios de los 70 en algunas ciudades hispanoamericanas. En Europa era casi imposible que un local se destinara exclusivamente al slot, pero sí que algunas cafeterías o centros de recreativos importaron y montaron en sus sótanos pistas de madera desde los Estados Unidos aunque siempre de menor tamaño. Hoy en día, siguen existiendo en América estos grandes locales dedicados a este hobby pero en número muy reducido, casi se pueden contar con los dedos de las manos y los pies.



Pero la utilización de la madera en la fabricación de pistas de slot abrió grandes posibilidades que los aficionados rápidamente fueron desarrollando. La primera fue la construcción casera de pistas de slot. Los manitas con suficiente destreza para manejar una fresadora, podían y pueden construirse circuitos diseñados en su imaginación que la rigidez de los tramos de plástico comerciales no permite. Antes de la era de Internet se publicación librillos de cómo fabricarte tu propia pista de slot, ya que básicamente consistía en cortar los paneles de madera de acuerdo con el diseño, con la fresadora hacer los raíles por donde van a circular los coches y pegar, bien una malla, bien una lámina de cobre en los bordes de cada rail para transmitir la electricidad que las trencillas necesitan para alimentar el motor.



Luego el resultado final dependerá de la imaginación de cada uno y de sus habilidades:



Actualmente hay algunas empresas que se dedican a fabricar pistas de madera, tanto para centros comerciales como para que puedan instalarse en casa, siendo éstas de menor tamaño y, a veces, consisten en paneles que se pueden ir ampliando en función del espacio que tengas.

El mayor avance tecnológico en este aspecto ha sido el desarrollo de pistas de madera llamadas Best Lane Slot Track (BLST) o pistas de mejor trazada. Emulando a las carreras reales y por sistemas digitales de cambio de carril que ya veremos más adelante, se ha dado un paso más y se consigue que los coches tomen la curva por la mejor trazada. El mecanismo es complicado pero no difícil de fabricar: se instalan sensores que detectan el coche que primero llega para tomar la curva y se le abre el carril con la mejora trazada, obligando a sus inmediatos perseguidores a circular por la parte más abierta de la curva perdiendo tiempo en el trazado. Es muy similar a las carreras de Fórmula 1 que vemos en la tele:





En esta web del inventor del BLST tenéis toda la información para el que quiera investigar y recrearse ante esta maravilla (la pega es que está en francés):

http://sillage.atelierdrupal.net/fr/content/presentation