El Diario de Puchi Smeath cuenta las aventuras de un loco explorador felino, que quiere que todo el mundo conozca sus hazañas. Es obra de Marta Bao, una niña de 9 años que gracias a las enseñanzas del Profesor Burro, ha conseguido tener a su gatita Puchi, en la que se está inspirando.
¡Toda la habitación estaba llena de todos aquellos animales disecados! Era escalofriante pensar que a todos esos animales los habían matado injustamente para servir sólo de elemento de decoración. ¡Pobres animales!
Pese a todos los extraños objetos que había en la sala, la bruja pasó sin mirarlos siquiera. Se dirigió a una galería al fondo de todo.
Había cuadros por todas partes. Piedras preciosas adornaban colgantes pesados de oro. Por fin llegó a la puerta que conducía a la Salad de los Espejos; cuya puerta tenía como pomo una poderosa serpiente, con las fauces abiertas. Giró el pomo con cuidado, como si temiera hacerse daño.
Dentro reinaba la penumbra. La bruja encendió una vela, y de pronto toda la estancia se iluminó. La luz rebotaba en todos los espejos que había allí, formando una cosa que se podría describir como mágica. Ella colocó el colgante en un altar que había en el centro de la habitación. De repente, del altar empezó a salir una luz verduzca que rodeó a la bruja.
—¡Al gato! ¡Atrapa al gato! ¡YA!
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Yo seguía tendido en la cama, con una fiebre tremenda… Pero esta es una historia que ya os contaré otro día…
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