*Un lujo de Viaje* trata sobre un perro, Tobi, que se cuela en un armario mágico que le lleva a una especie de mundo alternativo. Allí, junto a su mejor amigo Draco, vive muchas aventuras y conoce a gente muy curiosa y simpática. Me llamo Adriana y tengo 10 años.
Acabamos el concierto y le conté a Draco lo de Roller.
A Miguelito se lo conté desde el principio de toda la historia.
—¡Habrá sabido que raptamos a Nusvefacta! —se frustró Draco—. ¡Ya está! ¿Recuerdas que el armario MÁGICO… ¡Nos salvará de este apuro!? —dijo.
—¡Ah! Se me olvidó decirte que el precioso armarito… Está roto.
—¿¡QUÉ!? Bueno,no pasa nada.
De repente, la chica que nos contrató abrió la puerta.
—Hay un fan vuestro que quiere hablar con vosotros. Se llama Roller.
Draco y yo sudábamos hasta que Miguelito dijo:
—Ahora no estamos disponibles para fans.
Migui abrió su ordenador, y empezó a chatear con Lulú y con Canela. Conectó la web cam.
—Hola chicos!!!
—Hola Lulú, ¡nos hemos hecho estrellas del pop!
—Cuántas cosas haceis sin nosotras… Nosotras trabajamos de físicas en España.
La conversación duró un rato.
Luego fuimos al cine a ver “Las Crónicas del Hombre-Gato”.
De pronto, vi a un perro grande, tranquis, no era Roller, sino Doggy.
¡El amigo de Nusvefacta la mujer de Orlando!
Le presentamos a Migui. Luego fuimos todos juntos al centro comercial.
Sé que es raro, sin chicas. Pero fuimos igual.
Miguelito vio a un gato haciendo fotos.
—¡Es mi tío Pelusón!
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¡Ya me gustaría que Puchi (mi gata) manejase así el ordenador!
Así podría chatear y jugar a juegos con ella.
Y yo de física pero en Portugal, tengo que chatear con Lulú y Canela ya que somos las tres colegas.