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Diario de Puchi Smeath, por Marta Bao

El Diario de Puchi Smeath cuenta las aventuras de un loco explorador felino, que quiere que todo el mundo conozca sus hazañas. Es obra de Marta Bao, una niña de 9 años que gracias a las enseñanzas del Profesor Burro, ha conseguido tener a su gatita Puchi, en la que se está inspirando.

35. Camino a lo desconocido

Marta Bao | 24 noviembre 2012

Había pasado una semana desde mi encuentro con Noche y no sabía qué hacer. Sentía que le había fallado a Noche.
Decidí contárselo a mis amigos. Hasta ahora los había mantenido apartados, no quería meterlos en el asunto, por mi culpa ya habían pasado muchísimas penalidades.
Cuando salí de casa, el Sol estaba en lo alto. Aspiré los aromas que había a mi alrededor. Me dirigí hacia el Norte. Había quedado en 5 minutos.
Cuando llegué ya estaban allí mis amigos.

—¡Hola, Puchi! ¿Qué nos querías decir? —maulló Tom.
—Quería contaros lo que pasó aquel día en la exposición —contesté.
—¡Oh! Así que ahora te has dignado a decírnoslo —replicó Migui, reprimiendo una sonrisa.

Cuando acabé de contárselo, no se lo podían creer, como me temía. Tuve que repetirles varias veces que lo que decía era verdad. Por suerte ellos apoyaron mi decisión de ayudar a Noche.
Decidimos que nos reuniríamos en el parque que había detrás de mi casa después de cenar, a eso de las nueve y media, para decidir qué haríamos.
Mientras regresaba a casa, recordé algo que me había dicho Noche y que hasta ahora no me había llamado la atención. Sus palabras habían sido:

“Nos volveremos a encontrar
en la casa a la que nadie quiere entrar
allí está mi cautiverio
cerca de un cementerio.
Toca la puerta tres veces
si quieres resolver mi misterio”

A las nueve y media, como habíamos planeado, nos encontramos en el parque.

Después de mucho hablar, decidimos que la respuesta al enigma de Noche debía ser la vieja casa encantada que había al final del pueblo. Zas y Migui habían pasado varias veces cerca de ella.
Nos dirigimos a la casa encantada. Pronto la divisamos a lo lejos.

Ahora sólo había que llamar a la puerta.


Comentarios

  1. Laura [nov 25, 11:04]

    ¡Está interesante Puchi Smeath! Y la casa da muchísimo miedo, cualquiera se atreve a entrar allí.

  2. Adri [dic 14, 16:09]

    ¡Que miedo,hasta hay tumbas en el jardín!

  3. yolima lopez a. [feb 21, 02:11]

    es de vardad lo que muestra en el video

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