Cocinar no es un juego. Lo que hagamos aquí vamos a comérnoslo; así que mucha atención, disciplina, buen gusto y ganas de trabajar. Cada quince días una historia y una receta que podéis preparar vosotros mismos. A cocinar.
El autor de esta sección participa en Libro de Notas con una sección de cocina y otra de lengua.
Hoy, limones, que empiezan a estar de temporada. Os traigo un poema de Miguel Hernández, poeta que conocía muy bien esta fruta, porque su tierra, Orihuela, en Alicante (España) produce algunos de los mejores limones del mundo.
Si te subo
a la punta
de mi índice,
oh limón
amarillo,
me darás
un chinito
coletudo,
y hasta toda
la China,
aunque desde
los ángeles
contemplada.
Si te hundo
mis dientes,
oh agrio
mi amigo,
me darás
un minuto
de mar.
Y es que, morder un limón es un mordisco valiente. Una leyenda que dice que si consigues comerte un limón sin hacer muecas se te concede un deseo.
Bueno, lo que sea, está infinitamente más bueno que la limonada y es facilísimo de preparar. ¿Quién se anima?
Personal:
– 1 ó 2 Infantiles (más de 10 años)
– 1 adulto
Ingredientes:
– 220 g. de azúcar
– 60 g. de mantequilla
– 3 limones: la ralladura de 2 y el zumo de los 3 limones (aprox. 150 ml)
– 3 huevos
Materiales:
– Cuenco y cacerola para baño maría (ó robot de cocina con calefactor)
– Cuchara de madera
– Tenedor para batir huevos
– Plato hondo
– Colador
Primero rallamos la piel de los limones, y después los exprimimos. Y no al revés porque los limones tienen en su piel el aroma que vamos a necesitar y si andamos apretándolos se lo quitamos.
Rallados y exprimidos los limones, batimos los huevos, bien, que no queden restos de clara entera.
En un cuenco, ponemos el azúcar, la mantequilla cortada en pedacitos, la ralladura y el zumo de limón. Ponemos agua a calentar y llevamos el cuenco al baño María, a fuego lento, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera, hasta que la mantequilla se derrita. (Si lo hacemos en un robot son 50ºC, velocidad baja, tres minutos)
Añadir los huevos batidos, con un colador (por si queda algo sin batir) poco a poco y sin dejar que hierva, para evitar que los huevos se cuajen. Remover hasta que la mezcla espese. (En robot de cocina añadid los huevos batidos de una vez y programad 10 minutos, velocidad media, 70ºC)
Se puede comer directamente sobre tostadas o utilizarlo para relleno de tartaletas o volovanes. También es delicioso poner una “isla” sobre natillas. Aunque os confieso que yo me lo como a cucharadas, creo que por venganza por no atreverme a comerme un limón crudo a bocados.
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