40. ¡Carnaval!

¡Hola de nuevo! Por si ya no os acordabais de mí, soy Rufus Smeath. ¡Cuánto tiempo que no nos veíamos!
Por donde iba…, ¡ah sí! La bruja se estaba preparando para su plan. Se la veía muy estresada. No paraba de coger cosas que seguro que nadie conocía, ni siquiera yo…

Pero volvamos a Puchi y sus amigos…
Nosotros acudíamos aquella noche a una fiesta de disfraces. Zas y Migui iban a asistir también. ¡Incluso Noche iba a ir! Les habíamos insistido mucho a nuestros padres para que nos dejaran ir. Nos dejaron ir, aunque con recelo, después de todo lo que habían sufrido: la desaparición de Tom, nuestro naufragio, la estancia en el país de los topos, con los piratas, rescatando a Noche…
Yo estaba impaciente por llegar a la fiesta. Quería estrenar mi disfraz del Zorro.

Tom estaba genial de Drácula

Migui se iba a disfrazar de amazona, Zas de ladrón y Noche lo haría de brujo, pero aún no los había visto.

Mientras nuestros amigos se preparaban para ir a la fiesta ajenos a todo, la bruja seguía en la casa encantada. Parecía que buscaba algo, y debía ser muy importante.
El gorro se le caía continuamente.
Gotas de sudor le resbalaban por su rostro verde.
—No… ¡no puede ser! —vociferó.
Tenía que encontrarlo. Sino, su plan no funcionaría.