Hola, chicos y chicas. Buenos días. Desde el Pequeño LdN, antes que nada, os deseamos feliz Navidad, como está mandado.
Traemos un número gordo, lleno de cuentos, historietas, postales y risas relacionadas con la Navidad. Un número especial que han hecho con muchísimo cariño nuestros colaboradores, que ya quisieran muchos medios que formasen parte de su plantilla. Pero no, son nuestros, lo que veis aquí sólo lo podéis encontrar aquí, cada sábado, gratis, sin publicidad, pensado para todos los pequeños y grandes de la casa. Hay mucho trabajo y muchísimo amor puesto en esta página, y esperamos que, aunque sólo sea por estas fechas en las que nos ablandamos un poco, seáis capaces de entender la cantidad de horas dedicadas por nuestros dibujantes, escritores y colaboradores.
El Pequeño LdN no tiene precio, dicho esto en todos los sentidos.
Un regalo para todos los lectores del mundo que quieran abrirnos sus brazos.
Nuestros Artistas se han dejado la piel esta semana para ofreceros un número especial, con algunas páginas más de lo habitual, con el mismo número de risas y de emociones, y todo pensado en estas fechas con las que cada uno tenemos una relación tan especial. Ya tengas, lector, unos días más o menos felices que el resto del año, y pases tu tiempo con más o con menos gente querida que otros años, esperamos que por lo menos durante este rato lo pases realmente bien.
Además de las páginas habituales, esta semana contamos en exclusiva con un regalo que nos ha hecho Antonio G. de Santiago. El Maestro del cómic Antonio, como sabéis, es el autor de nuestra mascota, el lapicito sin nombre; y para esta entrega tan especial del Pequeño, nos ha hecho llegar una página muy especial sobre la Navidad, que podéis ver al pasar la página.
También nos dejó en el buzón ese dibujo de arriba tan fantástico, un crismas que he querido también compartir con vosotros, porque nunca tenemos suficiente de Antonio, nuestro mentor e inspiración en la sombra de este suplemento infantil, desde que estaba en el tristemente desaparecido Pequeño País. Por cierto, que entre las páginas de esta semana encontraréis otro guiño maravilloso a los viejos personajes del Pequeño País. Ya veréis, ya, la de sorpresas que esperan debajo del árbol. Seguid leyendo.
Pero antes, quería poneros un poco de música. ¿Y qué música? Pues la que se escucha en Navidad: villancicos. No sé si os gustan los villancicos o no, son un género musical que a alguna gente no le gustan nada. Pero hoy quería enseñaros que, en el mundo de los villancicos, hay vida más allá del “Arre borriquito” o el “Tamborilero”.
Concretamente, hoy vamos a cantar 7 villancicos que probablemente nunca habíais escuchado.
Por ejemplo, empezamos con un villancico navideño cantado por un grupo de simpáticos perritos disfrazados de Papá Noel:
Siguiendo con cosas chifladas y divertidas, ¿a que nunca habíais escuchado Jingle Bells “cantado” por el culo de tres ranitas?
Otra cosa curiosa de los villancicos, es que cualquier canción que te guste se puede convertir en uno: baste que le pongas un ritmo de panderetas, unas campanillas, un par de zambombas… Aquí por ejemplo, una canción del famosísimo grupo Green Day convertida en villancico para animar las fiestas:
¿Queréis más cosas curiosas? Pues escuchad cómo cantan a la Navidad en Nueva Zelanda, donde estas fechas, como están al otro lado del mundo, no las relacionan precisamente con el frío y la nieve, sino todo lo contrario:
¿A que es curioso? Pues eso no es nada, porque mirad qué villancicos cantan los extraterrestres, deseando paz en Navidad a nuestro planeta:
Seguimos con más animalitos: el loro Scooby canta para nosotros un hermoso villancico (eso sí, en inglés loruno):
Y para terminar con otro asunto muy navideño, aunque no se trate de un villancico, no quiero despedirme sin enseñaros mi video favorito de internet de todos los tiempos: ¡chimpancés patinando sobre hielo!
¿No es lo mejor que habéis visto jamás? ¡Internet se hizo para esto!
Jeje. Bromas aparte, desde el Pequeño LdN os deseamos unas muy felices fiestas. Esperamos que Papá Noel o los Reyes Magos os traigan un montón de cosas, y no os olvidéis de volver a leernos después de mirar debajo del árbol.
Un abrazo a todos, y FELIZ AÑO NUEVO. ¡¡nos vemos el día 1 de enero!!