Gracias

Gracias a Libro de Notas por dejarme existir, alimentarme, acunarme y llevarme de la manita al zoo.

Gracias a Marcos y a Alberto porque me soñaron antes de existir, porque son extraordinarios y porque su paciencia no conoce límites.

Gracias a Antonio G. de Santiago, el dibujante más importante de todos los niños.

Gracias a Clara Grima y Raquel Garcia porque me convirtieron en una estrella muy hemosa y muy alta y porque no se pararon a pensar si lo que querían lograr era imposible o no. Y por todo lo demás.

Gracias a Luis Olmedo porque estuvo a mi lado desde el primer minuto de mi vida, y aún antes; y porque me le llevo a vivir a mi lado, y porque ha sido como mi Antonio G. de Santiago particular.

Gracias a Pedro Villarejo porque nunca se olvidó de mi ni de mis lectores ni aunque estuviera haciendo otras cosas que verdaderamente importan.

Gracias a Mario Dominguez por su talento, su ilusión y su maravillosa compañía infatigable, y a Jenni por su paciencia.

Gracias a Iván Roca por su magia en miniatura, y porque me hizo videos, logotipos y muchísimo caso.

Gracias a Frunobulax porque de las 170 semanas hubo unas cuantas que lo hizo todo bastante bien aunque diera la impresión de que a nadie le importara demasiado.

Gracias a Denis Roca porque nos ha dado a todos los humanos una lección asombrosa.

Gracias a Jaime Hierro por su inolvidable colección de monstruitos y sabios doctores del tiempo.

Gracias a Marce Parra por sus animaladas y esas cien aventuras albicelestes que ojalá fueran un millón.

Gracias a Mario Trigo por dejarme con la boca abierta constantemente y por el Cacaolat.

Gracias a Guillermo Zapata por la épica. la de su fantasía novelada y la editorial.

Gracias a Juanjo Navarro por levantarme al caer.

Gracias a Aniel por su murcielaguitis y su amor.

Gracias a Adri Lado y Marta Bao por fantasear en voz alta y susurrarme sus fantasías.

Gracias a Carolina Temprado por imaginar lo imposible con pinceles.

Gracias a Francisco Serradilla por la pasión, la profesionalidad y la originalidad, y a Irene por coloreárselas.

Gracias a Fernando de la Iglesia por hacer pequeñas letras nuevas.

Gracias a Glòria Langreo y a Eunice Spilzman por la paciencia, el arte y la ilusión que hubo.

Gracias a Miguel A. Román por su sinfonía de dulces y salados.

Gracias a María José Hernández Lloreda por sus visiones imposibles.

Gracias a Alberto Montt por dejarse robar cromos.

Thank you, Louie Stermole and Yale Stewart, you are great!

Gracias a John Tones y Guillermo Mogorrón por las pesadillas y la lectura con linterna bajo la sábana.

Gracias a Miguel Hemato y Cristina Díaz por el carrusel de burradas y carcajadas, y por acordarse de esto una vez más.

Gracias a Danda y Nacho MG por su apuestay por el regalo final.

Gracias a Santiago Viteri por su exposición de galenos inolvidables, y sobre todo por la última doctora sin Nobel.

Gracias a Joseba Morales, Dnakhaim, Runtime-Error, Dimas Almarza, Joaquín Rosado, Ignacio, Kechu, Manuel Area, Daniel Merrick, Vic, Ana Lorenzo, Raiben, Iria y Sabela y Scari Wó por su galería de personajes, todos y cada uno de ellos exclusivos, importantísimos y que dejaron huella, por mucho tiempo o por poco.

Gracias a Mauro Entrialgo, Paco Roca, Mireia Pérez, Manuel Bartual, Ricardo Peregrina, Paco Alcázar, Puño, Juan Díaz-Faes y todos los demás dibujantes del mundo que cogieran un lapicerito cuando eran pequeños.

Gracias a Worky, Tiempo-Mán, Jada, Jenni, Mati, Gauss, los Ultomates, Un Hombre Feliz, Titán, Hopo, Puchi Smeath, Tigrecito, Ágata, Ángel Michigan, los Señores Formas, Pulgarcito, Oyayubi, el Estudio 90, la familia Pirincho, Coco y todos los demás, por convivir en un universo tan pequeñito y al mismo tiempo infinito y en continua expansión dentro de mi corazón para siempre.

Gracias al Pequeño País de parte de muchas generaciones de niños, y a la porra se vayan quienes lo eliminaron.

Gracias a los tebeos, los libros infantiles, los cuentos, los dibujos animados, las páginas web familiares y los divulgadores que se acuerdan de los menores de edad y lo importantes que son los niños, lo maravillosos que somos los seres humanos mientras nos dura la niñería.

Gracias, Culogoma :_)

Gracias a todos los lectores, curiosos y despistados que pasaron por aquí y a los que seguirán pasando. Un abrazo enorme.