Gente Menuda. Dibujos para un gran suplemento infantil

Buenos días. O regulares, al menos… porque hace un frío…

Esta semana, desde el Pequeño LdN queremos recomendar con mucha energía a todos nuestros lectores una exposición que está teniendo lugar en Madrid, desde el pasado martes día 4 de diciembre, y hasta el próximo 3 de marzo de 2013, en el moderno Museo ABC del barrio de Universidad (conocido coloquialmente como “Malasaña”, y también oficiosamente, este área en concreto, como “Conde Duque”). Una maravillosa exposición dedicada a los ilustradores del histórico suplemento infantil Gente Menuda, nacido de las tripas del diario ABC en 1904:

GENTE MENUDA. DIBUJOS PARA UN GRAN SUPLEMENTO INFANTIL.

Este mismo Pequeño LdN que ahora tienes bajo tus yemas, nació con la clara e indisimulada premisa de homenajear y de alguna manera, dentro de nuestras limitadísimas, casi nulas posibilidades, emular a los suplementos de historietas, actividades y carteo entre los jóvenes españoles, que desgraciadamente ya no existen en los principales periódicos del país. Deliciosas revistas semanales desaparecidas como el Pequeño País, Mini Mundo, Gente pequeña (del Diario 16) y por supuesto el decano, este Gente Menuda que sobrevivió casi durante cien años, con diferentes encarnaciones y mutaciones.

El Museo ABC es una pequeña joya de visita obligada, algo increíble en estos tiempos que corren. Un modesto edificio totalmente restaurado, futurista, aparentemente volador, encuadrado en un pequeño rincón del centenario distrito de Maravillas, creado para albergar exposiciones de cómic e ilustración española, obviamente prestando especial atención al vastísimo fondo del diario. Y esta exposición actual, como no podía ser de otra manera, nos ha llenado de regocijo y de alegría a los que hacemos esta sencilla web. Y seguro que revolverá también algo a todas las personas que se acerquen, cualquiera que sea su edad.

Porque, en sus últimos años (durante toda la década de los 90, la que recordamos los de mi generación), el Gente Menuda era un panfleto azulón que fue recogiendo, de forma seriada, una buena muestra del tebeo más popular y accesible del mercado: Mortadelo y Filemón, Superlópez, Tintín, Astérix… Una buena manera de contentar e inocular a los jóvenes el gusanillo radiactivo del cómic, pero un suplemento, al fin y al cabo, que no traía material nuevo ni exclusivo, como sí que teníamos todas las semanas en el Pequeño País durante esos años. Sin embargo, como decimos, Gente Menuda nació nada menos que en 1904. Y desde entonces, fueron pasando por sus páginas los mejores ilustradores e historietistas de nuestra historia.

Esta exposición reúne, así, una buena docena de piezas, originales, en crudo, de muchos de estos artistas olvidados y que merecen mil y un homenajes. Se puede encontrar, por ejemplo, en una vitrina, un tomo abierto de un tomo encuadernado que recoge montones de revistas Blanco y negro (el semanario social y de entretenimiento de la casa, nacido en 1891), abierto por la portada del número 1 de Gente Menuda. Y muchos otros ejemplares viejísimos, preciosos, expuestos. Y en diferentes vitrinas y por las paredes podemos contemplar ilustraciones y tebeos completos, de puño y letra de artistas históricos, principalmente, de las décadas de los años 20 y 30, como Francisco López Rubio (a quien dedican, además, una exposición particular en la planta alta), Sacha, Xaudaró, Regidor, Atiza, Gascón, Cilla, Méndez Bringa, Espí, Medina Vera…

Podemos ver páginas de Celia, el personaje creado por la escritora María de Echarri, uno de los más queridos de las chicas españolas de la primera mitad de siglo (tienen el detalle, además, de mostrar páginas que se publicaron en Gente Menuda y que nunca más se recopilaron posteriormente). Podemos ver cómo preparaban de manera artesana algunas páginas de la sección de correspondencia y dibujos de los lectores, en la que se nos explica que un infante Antonio Mingote, leyenda del tebeo español muy ligado posteriormente a ABC (que en paz descanse), era presencia habitual enviando garabatos en los años 30. En otro lugar vemos increíbles portadas originales a gran tamaño, en carboncillo, acuarela o gouache, de las que ni siquiera se han borrado las guías a lápiz. Tenemos un montón de originales de tebeos antiguos, que se pueden leer con una sonrisa mientras se pasea por las vitrinas y remontarse a un tiempo lejano, en el que los ancianitos de hoy eran tiernos preadolescentes.

Realizan visitas guiadas gratuitas, y en la tienda podéis encontrar el delicioso catálogo, un libro con la historia y cientos de ilustraciones, imprescindible (ya sabéis los aficionados a las exposiciones que este tipo de libros están cuidados hasta el máximo detalle, y que si uno no los adquiere en su momento le va a resultar imposible encontrar en ningún otro sitio). En definitiva, un auténtico viaje al pasado y una ocasión única para disfrutar del Arte popular que tanto nos gusta en el Pequeño LdN, que ninguno deberíais perderos. Es gratis, el barrio está precioso por estas fechas, y el homenaje a la Gente Menuda del pasado es verdaderamente asombroso, en su contenido, su diseño y el cariño que emanan todos esos dibujos.

Volviendo, por un instante, al tiempo real, al año 2012 y a este “Gente Menuda” apócrifo que hacemos con tanto cariño, tenemos que anunciar que al pasar la página os encontraréis, entre otras cosas, con la entrega número 100 de nuestra queridísima La Quinta de Marce Parra, que tras semejante hazaña (no muchas tiras cómicas pueden presumir de convertirse en centenarias), y se va a tomar un merecido descanso. Tenéis cien paginazas para disfrutar de este mensaje de su autor en boca de sus personajes, así como de las otras 99 maravillosas historias.

Pero en compensación, ¿a que no adivináis a qué deliciosos personajillos con aristas, volumetría, de colorín y parlanchines tenemos de vuelta?

Hasta el sábado que viene a esta misma hora o, si lo prefieres, a otra.