Pequeño LdN


Mati y sus mateaventuras, por Clara Grima Ruiz y Raquel Garcia Ulldemolins

Me llamo Matemáticas, pero todos me llaman Mati, se ve que les da menos miedo y les gusta más. Aunque no me veas, estoy en todas partes y te puedo explicar el porqué de muchas cosas que están a tu alrededor. ¿Me acompañas? Tengo dos amigos muy curiosos, Sal y Ven, son hermanos y dueños de Gauss, el perro más listo de todos los perros. Estos dos amiguitos siempre están preguntando cosas y vendrán con nosotros en nuestras aventuras. Las mates de estas historias son cosa de Clara y los dibujos los hace Raquel.

Y ahora también podéis seguirnos en Mati, una profesora muy particular

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53 fragmentos de cometa

Clara Grima Ruíz y Raquel Garcia Ulldemolins | 14 diciembre 2013

En invierno son típicas las noches extremadamente frías con los cielos totalmente despejados donde la humedad es baja. Son las condiciones ideales para observar el cielo. Y eso es lo que estaban haciendo nuestros amigos Sal y Ven.

—¡Qué rabia! Yo quería que el cometa ISON hubiera sobrevivido al pasar tras el Sol –-dijo Ven mientras miraba a través de Leo los restos en forma de “V” del cometa.

—Algunos decían que se podría haber visto incluso de día. ¿Te imaginas? –-añadió Sal.

—Ya… Pero mira lo que ha quedado. ¡Una “V”! –-protestó el pequeño indignado.

—Bueno, Ven, es la V de tu nombre –le dijo el gafotas.

Mister Green, atento a la conversación de nuestros amigos intervino.

—Chicos, no os cabreéis con el cometa. ¡Podría haber sido peor! –-dijo.

—¡Ah! ¿Sí? ¿Y qué podría haber pasado? –-preguntó Sal.

—Podría haber pasado que el cometa se hubiese desintegrado por completo y tras salir por el otro lado del disco solar tan sólo hubiese quedado una nube difusa prácticamente indetectable. Lo que ha ocurrido es que su núcleo se ha fragmentado –-dijo Mister Green.

—¿Y en cuántos trozos se ha roto? –-preguntó Ven.

—No se sabe exactamente, pero seguramente hayan sido varias decenas –-dijo Mister Green.

—A mí me gusta el número 53 porque es primo –-dijo Sal.

—Pues mira, ese número puede representar el número de fragmentos en los que se ha roto el núcleo del ISON –-añadió Mister Green con un guiño.

Mati, que también estaba atenta a la conversación, intervino:

—Chicos, miradlo por el lado bueno. Ahora el cometa ISON parece un compás, una herramienta que se usa en geometría y que “ya vimos”:http://blogs.20minutos.es/mati-una-profesora-muy-particular/2012/09/26/solo-con-regla-y-compas/ que nos puede ayudar para resolver muchos problemas.

—Pues a mí me mola más pensar que son dos semirrectas formando un ángulo agudo –-añadió Ven.

—¿Lo ves? También puede ser divertido que forme un ángulo –-dijo Mati.

Mati se quedó pensativa y tuvo una idea. Desapareció y segundos después apareció con un extraño artilugio entre manos.

—¿Qué es eso? – preguntaron Sal y Ven al unísono.

Aprovechando la idea del compás que formaba el cometa ISON, Mati fue a por ese extraño cono y se lo explicó a los jóvenes amigos.

—Se llama cono de Apolonio y sirve para explicar las secciones cónicas –-dijo la gafotas.

—¿Las secciones… qué? –-preguntó Sal un poco perdido.

Hasta Gauss parecía extrañado con el instrumento que había sacado la pelirroja. Pero como no tenía muchas ganas de jugar por el frío que hacía esa noche, se recostó sobre sí mismo para entrar en calor mirando a Sal y Ven con curiosidad para ver qué hacía el extraño juguete de Mati.

Mister Green les explicó que los planetas giran alrededor del Sol formando una curva que se llama elipse. También que con un compás pueden trazarse circunferencias. Tanto la elipse como la circunferencia son curvas cónicas.

—¿Y cómo se usa el cono de Apolonio? –-preguntó Ven.

—Es sencillo –-dijo Mister Green y con el cono en la mano les contó cómo funcionaba –. Si atravesamos el cono con un plano paralelo a su base, el contorno que obtenemos es una circunferencia, la figura geométrica que podemos dibujar con un compás –-mientras tanto, Mister Green quitó la parte superior del cono para mostrar la circunferencia—. Del mismo modo, si el plano es inclinado pero no llega a cortar la base, lo que obtenemos es una elipse, la curva que recorren los planetas alrededor del Sol –al tiempo, desmontó otra parte del cono para mostrar la figura—. Pero aún se pueden conseguir dos figuras más con el cono de Apolonio: la parábola y la hipérbola –-Mister Green volvió a desmotar el cono por las dos partes que quedaban mostrando las nuevas formas.

Sal y Ven, incluso Gauss, estaban asombrados viendo cómo el cono de Apolonio se iba desmotando dando a conocer las diferentes secciones cónicas.

—¿Quién es Apolonio? – preguntó Sal.

—Apolonio de Perge fue un científico que vivió hace 2200 años que estudió las secciones cónicas, dando nombre a la parábola, la hipérbola y la elipse que acabáis de conocer –-dijo la pelirroja.

Ven entonces empezó a recordar el principio de la conversación.

—Me ha gustado aprender las curvas del cono de Apolonio, pero lo que yo quería ver era un cometa –-dijo.

Mati dejó el cono de Apolonio en el suelo y, con una sonrisa, se dirigió a Ven.

—Seguro que muy pronto otro cometa nos sorprenderá por el cielo –-dijo la pelirroja.

—¿Cuándo? –-de nuevo preguntaron Sal y Ven a la vez.

Mister Green le pidió a Leo que apuntase a una región muy determinada en la constelación de Hércules, muy cerca del cúmulo globular M13. Después, invitó a Sal y Ven a mirar a través de Leo. Quedaron embobados.

—¡Cómo mola! ¡Otro cometa! –-exclamó Ven.

—¡Cómo brilla! ¡Brilla más que el ISON! –-dijo Sal entusiasmado.

—Si os fijáis, a simple vista ya se puede ver –-dijo Mister Green señalando dónde estaba el cometa –-, se llama Lovejoy.

Sal y Ven afinaron su vista hasta que consiguieron localizar el cometa. Pasaron varios minutos hasta que salieron de su ensimismamiento y fue Ven el que preguntó a Mister Green:

—¿Y cuándo pasará muy cerca del Sol?

—Al Lovejoy le toca el 22 de diciembre, ¡el día del gordo de Navidad! –-dijo Mister Green.

—¡Cómo mola! ¿Y sobrevivirá después de pasar cerca del Sol? –-exclamó Sal.

—Esperemos que sí. ¡Así podremos empezar el año con un cometa brillante en el cielo! –-dijo Mati.

Pasaron los minutos, y tras la noche de observación astronómica todos decidieron irse a dormir esperando que el cometa Lovejoy deje una bonita imagen en los cielos invernales.

Mati olvidó el cono de Apolonio, pero cuando fue a recogerlo, Gauss había marcado su territorio.

FIN

Pues sí, hoy también hemos tenido el honor de que Mr. Green nos visite y nos cuente esta historia maravillosa sobre cometas. En estas fechas en las que celebramos el solsticio de invierno y que los días empiezan a ser más largos que las noches, parece mágico que se acerque un cometa para celebrar con nosotros el triunfo de la luz sobre la oscuridad. Pero no es magia, es Ciencia. Y es que la Ciencia es tan alucinante que no necesitamos nada más para sorprendernos y disfrutar, ¿verdad?

Si quieres aprender más cosas con él, con Mr.Green, te recomiendo que te des un paseo por su blog, te va a encantar.

.
Volvemos pronto con más historias, no dejéis de mirar al cielo… ni de soñar.

MATI


Comentarios

  1. rosana [dic 14, 06:19]

    Excelente esta nueva entrega, te sumerges en la historia como si fueras uno más de los protanistas. Fantántasticos dibujos, claves en el caso del cono de apolonio. Enhorabuena Mr. Green & friends!!!

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